miércoles, 11 de septiembre de 2013

Reporte de “Todos los caminos llevan a casa”

La historia comienza en una mañana, cuando un niño y su madre están arriba de un autobús lleno de aldeanos que molestan al niño de ciudad. Sang-woo, es un niño urbano que se ve obligado por su madre a vivir con su abuela que es muda, pero no sorda, en una aldea rural, mientras que su madre busca un nuevo trabajo después de un negocio fallido en Seúl.

Sang-woo llega con comida chatarra y juguetes y no tiene intención de respetar a su abuela, en cambio, la llama una tonta o retrasada, probablemente la llamaba así porque no caminaba bien por la misma edad y las enfermedades que les provoca. En un principio, Sang-woo ignora su abuela, ni siquiera quiere mirarla. Cada mañana, la abuela va abajo de la colina, cerca de la orilla del río para conseguir agua limpia y lavar la ropa. Ella también cultiva melones y lo vende en el mercado.

Uno de los amigos de la abuela es un joven chico de campo que trabaja muy duro, e intenta llegar a ser amigo de Sang-woo. Pero esto solo se logra hasta el final, porque se disculpa por burlarse de él al haberlo engañado por la “vaca loca”. La otra es una niña de la que Sang-Woo se enamoró, pero ella está más interesada en el chico de campo.

La abuela vive una vida sencilla y humilde, que se preocupa mucho por sus viejos amigos. Un día, el juego de Sang-woo se quedó sin pilas y le pide a su abuela por dinero, Sang-woo no y como berrinche tira sus zapatos, rompe sus vasijas, y dibuja en las paredes. Sang-woo intenta robar un broche de cabello de su abuela para venderlo en la tienda por unas baterías para su juego, pero fue golpeado en la cabeza por uno de los habitantes del pueblo. Un día Sang-woo exige Kentucky Chicken. Su abuela sólo entiende "pollo", por lo tanto, sale lentamente bajo la lluvia para comprar un pollo en el mercado y consigue uno vivo y lo prepara de manera hervida en lugar frito. Cuando Sang-woo se da cuenta ve el pollo hervido y se enoja, tirando la comida. Más tarde en la noche se levanta comerlo a escondidas por el hambre que tiene. A la mañana siguiente, su abuela se enferma y Sang-woo tiene que darle de comer y estar al cuidado de ella.

A pesar de las dificultades que enfrenta la abuela, lo único que necesita Sang- woo es amarrar un hilo a través de las agujas. Ella cose los zapatos y la ropa.

Al comienzo Sang-woo está enojado y confundido por el entorno en el que vive, rechaza sus intentos de agradar a su abuela. Pero su amor incondicional lentamente toca su corazón. Un día, Sang-woo sigue a su abuela al mercado, donde ve lo duro que su abuela convence a los transeúntes a comprar verduras. Después de un largo día en el mercado se toma Sang-woo a una tienda y le compra fideos y zapatos nuevos. Cuando están a punto de subir al autobús, Sang -woo le pide a su abuela que le comprara chocolates, ella compra los chocolates con una amiga y se despiden con un "Ven otra vez antes de que una de nosotras muera." Entonces la abuela decide regresar a casa a pie después de gastar su boleto de autobús por los dulces de su nieto.


Finalmente Sang-woo empieza a amar a su abuela, que le enseña a escribir cartas muy simples y sencillas, para que ella pueda enviarle cartas a su nieto. Finalmente Sang-woo regresa a vivir con su madre en Seúl y se despide con una señal en el pecho característico de su abuela como comunicando cariño o a veces un “lo siento”. Yo quiero creer que su abuela sigue viviendo en su casa en las montañas, pero ahora recibe cartas de su nieto.

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